Tres adaptaciones cinematográficas de Broadway que son un rotundo fracaso

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Desde la aparición del séptimo arte, la relación entre el cine y el teatro es estrecha y numerosa. Una de esas conexiones, y tal vez, de la que más se hace mención, es la adaptación cinematográfica de obras teatrales.

A través del tiempo, hemos tenido el privilegio de ver la transición de exitosas obras teatrales al cine, en donde también han triunfado. Para citar algunos ejemplos, tenemos desde The Sound of Music, West Side Story y Cabaret, hasta Sweeney Todd, Chicago y Les Miserables. Sin embargo, no todas las adaptaciones han sido bien recibidas.

Aprovechando la ocasión en la que se celebra el Día Mundial del Teatro, en Cine3 hemos recopilado tres ocasiones en las que Broadway sencillamente no la rompió con su adaptación al cine y estas versiones llevadas  a la pantalla grande fueron un rotundo fracaso.

¿Cuáles son? Conócelas a continuación.

 

3 The Phantom of the Opera (2004)

Una joven soprano se convierte en la obsesión de un genio musical desfigurado, que vive debajo de la Opera House de París. Él la secuestra y obliga a los dueños de la obra de teatro a tenerla como la protagonista de la obra.

¿Qué tan convincente puede ser que nuestro fantasma de la ópera sea Gerard Butler? No hay por dónde. En adición a eso, sus dotes como cantante son tan bienvenidos como los de Russell Crowe en Les Mis.

Es factible que uno de los grandes problemas de The Phantom of the Opera radique en que Joel Schumacher haya sido el escogido para ponerse a la cabeza del proyecto. Sí, nos ha dado thrillers interesantes como Flatliners, The Client y A Time to Kill, pero no olvidemos que también nos dejó dos películas como Batman Forever y Batman & Robin.

La adaptación al cine del libro de Andrew Lloyd Webber –que coescribió el guión junto a Schumacher– divide mucho las opiniones, aunque al final, se percibe como un musical que no hizo su transición de manera correcta a la pantalla grande, y como un producto final que convirtió ese grandioso espectáculo que es en teatro, en algo ridículo y cursi en pantalla grande.

 

2 Rent (2005)

Un fracaso aún más grande que la entrada anterior –aunque no se pueda creer– es la adaptación de Rent, prueba irrefutable que hay ocasiones en las que no toda puesta en escena puede ser llevada a la pantalla grande replicando el mismo éxito con el mismo elenco.

Ese es uno de los detalles que terminan hundiendo a Rent, pues su reparto en la versión cinematográfica, es prácticamente el mismo que el de su obra teatral, solamente que veinte años después. Esto no quiere decir que no sean actores con talento, lo son y a gran escala, pero sencillamente lo que funcionó de la mejor manera en teatro, no se logró en cine. Además que, Chris Columbus fue quien se colocó detrás de la lente para dirigir una historia trágica sobre artistas en el East Village y en pleno auge del SIDA, e hizo parecer sus sets como salidos de una historia infantil. No me malinterpreten, Columbus nos ha regalado clásicos inolvidables, sin embargo, al igual que en la entrada anterior, nos parece que el director no era el más adecuado para este relato en particular.

La puesta en escena es maravillosa y poderosa, pero en película resulta todo lo contrario.

 

1 Rock of Ages (2012)

La trama sigue a una chica pueblerina y un joven que cruzan caminos en Sunset Strip de Los Ángeles, mientras ambos persiguen sus sueños de hacerla en grande en Hollywood.

Mientras que la puesta en escena original de Rock of Ages es una desbordante tontería y contiene una chispa que entretiene y cumple su objetivo con la audiencia, la versión de Hollywood para la pantalla grande queda corta en ese sentido.

Lo poco que se puede rescatar de la adaptación, es gracias al humor que inyectan Alec Baldwin, Russell Brand y sobre todo, Tom Cruise, que entiende a la perfección lo que la parodia de una súper estrella del rock debe ser al interpretar a Stacee Jaxx. El largometraje no captura ni el poder, ni la pasión de la música de la época que representa: el glam rock ochentero. Vaya, ni siquiera puede recrear escenarios ni looks que nos transporten de inmediato a los años 80.

Los roles protagónicos recaen en los hombros de Julianne Hough y Diego Boneta, pero ninguno convence con su presencia rockera en el escenario, ni con la voz. Boneta posee una voz muy suave y no es creíble como estrella de rock. En cambio, es Cruise el que termina robándose el show, a pesar de estar desempeñando un rol de reparto. Él es el único que compensa toda la incompetencia en exhibición.

Rock of Ages es divertida solo si no lo piensas mucho.

https://www.youtube.com/watch?v=VxVQhgySG74