Para todos aquellos que esperaron casi 20 años, Tron Legacy se veía con una mezcla de expectación y miedo. Aunque no tuvo un gran éxito en taquilla, la cinta original se volvió material de culto en todos estos años, y fue lo que motivó a Disney a lanzar esta secuela, después de tanto tiempo. Obviamente, en una época en la que la computación es tan importante para el cine, era de esperarse que lso efectos especiales fueran mucho más espectaculares, y en ese sentido, no quedamos decepcionados. Ciertamente, la historia resulta algo floja, pero aún así, es suficiente como para mantener la atención de los espectadores, y no llega a caerse totalmente. Es notable que, entre todos los efectos visuales, uno pierda de vista el más espectacular: Un Jeff Bridges 20 años más joven, y cuya actuación resulta tan bien cuidada, que uno nunca nota que es una construcción computarizada. Si eres de los que aún no has ido a verla por temor a decepcionarte, puedes ir con confianza, pues seguramente incluso la vieja guardia saldrá satisfecha.