La voz más reciente en unirse a la lucha por crear un Hollywood más diverso es la de Viola Davis. La actriz tiene claro que el talento no coincide con las oportunidades que te dan en la industria del cine, sino que coincide más bien con la raza del artista.
Hay una gran diferencia entre ‘oportunidad’ y ‘talento’ (…) La gente siente que si los personajes no están ahí, significa que no hay talento. Pero eso no es verdad. Lo que sí es cierto es que, si crean esas narrativas, van a aparecen las personas que llevan tiempo esperando por esas líneas.
Yo tengo el mismo pasado que una Julianne Moore y una Sigourney Weaver, pero ellas me superan en términos de oportunidades. Esa es la diferencia. Tu trabajo y lo que inviertes en tu talento no coincide con la cantidad de oportunidades [personajes] que hay allá afuera.
Quiero que mis papeles sean diferentes porque me veo a mí misma como una actriz más diversa. Es por eso que mi esposo [Julius Tennon] y yo desarrollamos una compañía de producción, porque quiero hacer de todo.
Estoy haciendo lo que le decimos a nuestros hijos. Les decimos que todo es posible. Eso es lo que tienes que decirles.
Hay que hacerlo todo porque nadie está escribiendo para nosotros [actores de raza negra], nadie nos está dando estos puestos de trabajo. Así que la gente no se puede preguntar por qué no estamos ahí, si simplemente no hay razón para que nosotros figuremos.
Más sobre la desigualdad racial
No cabe duda de que uno de los principales temas de los que se está hablando en Hollywood es el problema de la desigualdad salarial entre hombres y mujeres. La más reciente en sumarse dando su opinión es la genial Rooney Mara, quien tiene una opinión muy clara sobre el tema.
La conversación no debería ser sobre si le están pagando a las mujeres igual que a los hombres. La conversación debería ser sobre por qué y de dónde viene este problema.
Cuando te pagan menos hay un sentimiento de ‘realmente no me respetas.
Cuando ocurrió el hackeo [a la base de datos de Sony] me enteré que estaba recibiendo menos dinero que muchos afortunados con pene. No me enojé con Sony, me enojé conmigo misma. Fallé como negociadora porque me di por vencida. No quise seguir peleando por millones dólares, que francamente, gracias a dos franquicias, no los necesito.