Breve historia del cine (el bosque de acebo)

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La palabra 'Holly' significa acebo, 'wood' es bosque, sin embargo, el territorio donde se construyó la gran industria del cine no era un bosque de acebo. El primer estudio en la zona se fundó en 1911 y pronto quince más se establecieron en el mismo año.

En 1896 fue presentado en Nueva York el cinematógrafo de los Lumière, el quinetoscopio de Edison no podía competir contra las ventajas del aparato francés, pero el buen Edison hizo lo necesario para que en 1897 se aprobaran leyes proteccionistas que expulsaron del mercado norteamericano a los representantes de los Lumière.

En 1908, cuando la compañía de Edison consiguió la fusión de varias empresas para dominar y monopolizar el mercado, nació la Motion Picture Patents Company. Esto significó que si los productores, distribuidores y exhibidores no pagaban las tarifas de las licencias de uso de las cámaras, de la película virgen y de los proyectores antes de 1909 serían declarados fuera de la ley. Quienes llegaron a California lo hicieron para evadir el pago de las licencias. La costa oeste estaba lo suficientemente lejos de Edison, y así comenzó Hollywood.

La primer película rodada en Hollywood fue The Squaw Man, por Cecil B. DeMille en 1914. En el minuto 6:24 un hombre medita si debe hacer una buena obra, al mirar por la ventana, se encuentra con la mirada de la mujer que saldría beneficiada. Él se compadece y decide ayudarla. El plano resulta debido a la colocación de la cámara para filmarlos por separado.

Pero más tarde, en el minuto 49:00, cuando un grupo de personas practica alpinismo, un hombre cae por el precipicio y mira hacia la derecha, luego la cámara baja al fondo para rodar la caída, pero lo hace al lado contrario, por lo que parece que el hombre rodeo el risco. Peor aún, los acompañantes van a buscarle bajando por la izquierda, pero aparecen al final por la derecha, como si hubieran dado la vuelta para encontrarle.

Los directores de esta época descubrieron que, para que pareciera que dos personas se miraban, la cámara debía permanecer del mismo lado de una línea imaginaria de 180 grados dibujada entre las personas que se miran.

Una vez descubierta la técnica se convirtió en la regla de los 180 grados que sigue vigente en nuestra época.