"Heli" muestra la realidad que vive un joven obrero

| |

Sí, pequeña, porque es una producción en la cual no se recurrió a grandes capitales, porque es una obra en la cual el dinero llegó gracias a colaboraciones de mexicanos, franceses, holandeses, alemanes pero no para reunir una fortuna, sino para alcanzar una suma modesta, modesta, sí, pero para hacer cine de verdad, para expresar sentires profundos, realidades que no siempre se conocen, vidas que lo son en realidad, no meras sombras pasando por una pantalla para verse atractivas, para llamar la atención por su belleza o por sus cualidades maravillosas como disparar y matar a dos millas, como luchar contra un ejército y triunfar a puras patadas y muchas muecas.

Heli poster
Heli poster

México hace cine hace más de 100 años, durante ese largo lapso han aparecido docenas, centenares de charros, maravillosos paisajes, comedias de todos los tipos y colores, amores despechados respaldados por boleros populares, docenas de curas bondadosos y abuelitas de blancos cabellos haciendo el bien.

Amat Escalante - Director de Heli
Amat Escalante - Director de Heli

Pero, salvando las distancias, obviando a un Buñuel y varios más que casi nunca fueron los más populares ni los más celebrados, es muy escaso el cine que se ha hecho.

Amat Escalante
Amat Escalante

Porque México, todo ese pueblo heterogéneo, bullicioso, cantor y lacrimógeno, no es fácil de abarcar en una mirada, aunque esa mirada sea o pretenda ser sincera.

Escena de Heli
Escena de Heli

Mas, he aquí que se nos aparece un joven delgado que nos recuerda al tío Rafael, y nos mete de lleno en ese pequeño infierno que es la vida de ese joven obrero que es Heli, la vida suya, la vida de su esposa, de su pequeño hijo, de su hermana adolescente que quiere vivir demasiado de prisa, de su padre, tan obrero como él, tan cansado de vivir como habrá de estar Heli cuando tenga su edadÖ si es que llega esa madurez.

Presentacion de Heli
Presentacion de Heli

Y no pretende Amat Escalante, que así se llama el autor del asunto en imágenes, lanzarnos por la bajada fácil y atractiva de los enfrentamientos entre pandillas del narco matándose entre sí, ni entre esos y los del ejército y la policía para que haya más y más muertos y el show resulta entretenido con sus chiguetes de sangre, con su héroes salvando niños y viudas, con sus malos bien feos para que contrasten con sus héroes buenos mozos. No, nada de eso (y lo advertimos desde ya, por si acaso es lo que buscan). No, es la vida común y corriente de esa familia mentada, la de Heli, Estela y demás, pero con una diferencia: ellos, igual que su nación, México, viven inmersos en un círculo vicioso, donde la muerte es la protagonista y el resto, todos esos millones, son figurantes. Mientras más insiste el gobierno en luchar a muerte contra los narcos, más muertos hay, de los malos, de los buenos, de los indiferentes, de todos.

Un círculo vicioso que se advierte en la puesta en escena, en la desoladora presencia de un paisaje que no lo es, que es áspero, desolado, agobiante, aplastante. En la manera como desarrolla la historia, como gira sobre sí misma, como vemos a Heli ir hacia el trabajo y cruzarse con su padre que viene de ese mismo trabajo, como nadie parece pensar “derecho”, sino resolver en el momento, por eso Estela se casó con Hel, por eso la hermana, una niña aún, planea casarse con el primer atorrante que aparece, por eso esa edición donde lo circular es la premisa, donde todo ocurre y puede volver a ocurrir aunque sea con otros, otras familias, otras comunidades, otros muertos.

Un Tiovivo que gira y gira sin detenerse pero, en cada vuelta, va soltando víctimas inocentes mezcladas con sus asesinos que lo mismo pueden ser narcos como uniformados.

Porque no hay distinción, porque da lo mismo.