Tanto en el cine, como en la narrativa en general, solemos limitar nuestra visión a dos tipos básicos de héroe: La Figura Mesiánica, que es el de modos y comportamiento especialmente recto, y el anti-héroe, con una imagen tétrica y obscura, que puede ocasionar tanto miedo como admiración. Sin embargo, la narrativa ofrece una cantidad enorme de este tipo de personajes, e incluso limitándonos a estereotipos, la variedad es enorme. Hoy, nos enfocaremos a un tipo particular de los mismos, que es el llamado rogue hero.
Si bien el término tiene una gran cantidad de traducciones, en este caso, se considera la de truhán. En general, este tipo de personaje es un sinvergüenza, despreocupado, cínico y haragán, pero en el fondo, tiene buen corazón. Puede ser solamente travieso, o cometer crímenes menores, pero siempre con un estricto código de honor, como el sólo robar a quien no lo necesita.
En general, cuando el rogue hero se enfrenta a una emergencia, siempre responde de la forma más positiva y comprometida, pero nunca pierde el buen humor, y se vale más del ingenio y astucia que le caracteriza para salvar el día, demostrando al final una inocencia de corazón que muchas veces no se ve ni en la figura mesiánica.
Tres de los ejemplos más típicos de estos personajes son Shazam! de la cinta homónima, Starlord de Guardianes de la Galaxia, y Han Solo de Star Wars.