Un actor secundario, nada secundario

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Robocop

Detroit es una ciudad colapsada por el crimen, y la corporación Omni Consumer Products (OCP) está a cargo de la policía de la metrópolis. Los planes de OCP incluyen el derrumbe de la vieja Detroit y sobre ella construir "Ciudad Delta".

El programa del vicepresidente de OCP, Dick Jones, consiste en la creación de un robot para combatir el crimen. ED-209 es presentado en una junta a la que asisten los ejecutivos de alto rango, uno de ellos es “voluntario” para mostrar lo que el robot haría en caso de enfrentar a un hombre armado.

Un error de programación provoca mal funcionamiento en la máquina, que termina por asesinar al voluntario. El presidente de OCP expresa su decepción por el proyecto y un joven y ambicioso ejecutivo aprovecha la oportunidad para ofrecer una solución: su programa Robocop.

Quien encarna a Bob Morton, el joven ejecutivo a cargo de la creación de Robocop, nos regala una interpretación soberbia. Cuando el proyecto se convierte en un éxito, Morton se jacta de ello con uno de sus amigos sin advertir que el viejo Jones los escucha.

Junto a un compañero entran al baño y mientras se acercan a los mingitorios el empleado le interroga: “Cuéntame cómo estuvo todo amigo, dicen que Jones se enfureció”. Morton contesta: “Tiene una reputación de matón, pero es sólo un bravucón. Perdió los colmillos, éste tipo es un maricón. Esta viejo y nosotros somos jóvenes, así es la vida.”

Entonces los demás hombres en el baño comienzan a salir apresurados, atropellándose contra la puerta. En uno de los privados se ven unas manos levantando un pantalón, suena la descarga del inodoro y se abre la puerta. El compañero que quería estar bien enterado da vuelta, observa al hombre y sube atropelladamente el cierre de su pantalón que queda un tanto manchado. Sólo quedan Jones y Morton en una conversación que definirá el resto de la historia.

Hot Shots! Part Deux (Loca Academia de Pilotos 2)

Un equipo de rescate norteamericano pretende llevar de vuelta a sus compañeros, prisioneros en el palacio de Sadam Husein, pero son sorprendidos por los guardias y su misión falla. Ahora es necesario encontrar a alguien que pueda concretar la misión. El héroe es Topper Harley, quien se une al único sobreviviente de la patrulla antes enviada: Harbinger, interpretado por el mismo actor que antes nos emocionó como el creador de Robocop.

El nuevo equipo salta en paracaídas en medio de la jungla con la intención de infiltrarse en el campamento del enemigo, durante todo el recorrido Harbinger hace alarde de su valentía y coraje, pero cuando finalmente llegan al campamento y entran en combate, Topper descubre a Harbinger escondido detrás de unas cajas de municiones.

Entonces le increpa por haber saboteado la otra misión, pero Harbinger le confiesa mientras su voz se quiebra y sus ojos se humedecen por las lágrimas: “Se equivoca, tantos años peleando, asesinando y degollando… ya no puedo”. Topper se muestra condescendiente y lo consuela: “Ya, ya, ya, lagrimitas, ya mi buen guerrero, deje que brille el sol, vamos mi soldadote, una cosa cachorro: todos tenemos permiso para equivocarnos, en serio.”

Saca un pañuelo y lo coloca sobre la cara de Harbinger: “Dele a su tío Topper una buena sonada”. El hombre se levanta animado y dice: “Gracias Topper, asesinaré, me has dado una razón para vivir”.

El actor que nos emocionara al desafiar la autoridad del gran ejecutivo y mereciera nuestra admiración por la creación del androide policíaco en la película Robocop de 1987, es Miguel Ferrer, quien luego en 1993 con una actuación dramática, pero con un parlamento absurdo, que nos hiciera reír en Hot Shots! Part Deux (Loca Academia de Pilotos 2).

Éste jueves 19 de enero de 2017 falleció en su casa de Los Ángeles a los 61 años de edad. Desde 2012 interpretaba a Owen Granger en NCIS: Los Ángeles. Contando sus películas para TV apareció en más de 40 cintas. Le sobreviven su esposa Lori y sus hijos Lukas y Rafi. Y los millones de aficionados que disfrutamos de sus excelentes actuaciones.