El show original de Netflix, Stranger Things, es la adicción televisiva más reciente que nos regala la plataforma de streaming. Estrenado el 15 de julio, desde su primera secuencia logra una tarea nada fácil: remontarnos completamente tres décadas atrás hasta el 6 de noviembre de 1983, a través de una producción que cuidadosamente mezcló detalles, con un argumento y una banda sonora que funcionan a la perfección y transportan a la audiencia a dicha época.
La trama se desenvuelve en un tranquilo y pequeño pueblo de Indiana donde las cosas parecen transcurrir con normalidad, hasta que una noche una desconocida creatura escapa las instalaciones científicas de un laboratorio. Este incidente da comienzo a una serie de eventos que dan pie a la desaparición del pequeño Will (Noah Schnapps). Poco después, sus amigos Mike (Finn Wolfhard), Dustin (Gaten Matarazzo) y Lucas (Caleb McLaughlin), encuentran a una extraña niña en el bosque que indica llamarse Eleven (Millie Bobby Brown) que podría tener la clave para encontrar a Will. Mientras tanto, su madre, Joyce (Winona Ryder) y el jefe de policía, Jim Hopper (David Harbour) llevan a cabo una frenética búsqueda por el niño, que parece tener en el centro a agencias encubiertas del gobierno y fuerzas sobrenaturales que desequilibran la paz en el lugar.
Con la firme intención de recrear escenas de clásicos de los 80 (y unas cuantas de los 70), los creadores de Stranger Things, los hermanos Matt y Ross Duffer, nos llevan a hacer un recorrido por filmes emblemáticos de cineastas visionarios como Stephen King, John Carpenter, Steven Spielberg y Joe Dante, sin las cuales la serie no sería la misma.
En cine3 nos hemos dado a la tarea de armar un listado con todas ellas. Se advierte que la nota incluye SPOILERS del show.
Jaws (1975)
Cuatro son los filmes que conforman la saga de Tiburón, dos estrenados en los 70 y dos en los 80, pero es el clásico de Steven Spielberg de 1975 con el que encontramos más semejanzas. Fijémonos en las conexiones: el filme y la serie dan inicio a su argumento con un brutal ataque/desaparición, que lleva a una llamada de auxilio ignorada, incrementando el daño. Además de ello, la sangre es la vía por la que pueden atraer a la desconocida y peligrosa creatura… ¿suena parecido?
Close Encounters of the Third Kind (1977)
La segunda de Spielberg en nuestro listado es Close Encounters of the Third Kind. La película de ciencia ficción escrita y dirigida por el cineasta gira en torno a un reparador de líneas eléctricas en un pueblo de Indiana (¡!) cuya vida cambia después de experimentar un encuentro (¡!) con un objeto volador no identificado, obsesionándose a tal punto que termina alejándose de su familia. Esto último podríamos decir que es lo mismo que ocurre con Joyce, personaje de Winona Ryder, quien se obsesiona con encontrar las respuestas que la lleven a recuperar a su hijo, sin nunca perder la esperanza de que esté vivo, aunque esto signifique tener que comunicarse con algo o alguien de manera ilógica, llegando hasta las últimas consecuencias para lograrlo.
Alien (1979)
El clásico de Ridley Scott protagonizado por Sigourney Weaver nos cuenta la historia de la nave de carga Nostromo que, de regreso a la Tierra, recibe la llamada de auxilio de una forma de vida desconocida procedente de un planeta cercano aparentemente deshabitado. Sus siete tripulantes se dirigen al origen, donde serán atacados por un ente misterioso. ¿Quién puede olvidar la simbólica escena donde exploran el planeta por primera vez y cuando el alienígena se añade a la cara del tripulante (John Hurt)? En el último capítulo de Stranger Things, podemos ver una oda a Alien cuando los personajes de Winona Ryder y David Harbour, se adentran al “otro mundo” en busca de Will.
E.T. the Extra-Terrestrial (1982)
E.T. probablemente sea con la que más semejanzas encontremos. Los hermanos Duffer realizaron un increíble y profesional trabajo rindiendo homenaje a la querida cinta de 1982. Desde los primeros episodios, las comparaciones no se hicieron esperar; la trama constituye la relación entre un niño y un ser con poderes sobrenaturales, además, los amigos andan en bicicleta a todos lados, recordándonos no sólo el filme sino lo simple que era la vida hace treinta años, a excepción de ser perseguidos por el gobierno o albergar a un alienígena. En adición, el personaje de Eleven o 011, se pone una peluca similar al disfraz de E.T. la noche de Halloween; prácticamente lo único que come la niña son waffles, si los reemplazamos por Reeses, tenemos a E.T. a ello le sumamos las escenas de búsqueda en el bosque con linternas y si nada de esto te convence, ¿qué tal la escena donde los amigos huyen en bicicleta de “los malos” y las camionetas les cierran el camino? ¡Una de las mejores secuencias de toda la serie!
Poltergeist (1982)
Gracias a la primera entrega de Poltergeist en 1982, muchos temimos volver a dejar la televisión sin señal (o como se dice en término coloquial, en un canal con lluvia). La dirigida por Tobe Hooper nos situaba junto a la familia de los Freeling, quienes eran perseguidos por inquietantes fenómenos sobrenaturales mejor conocidos como poltergeist, quienes se adueñan de la pequeña Carol Anne. Esto se debió a los cimientos en los que la casa de la familia fue construida ya que antiguamente el lugar albergaba un cementerio. Una niña y un lugar de donde provienen extraños sucesos… ¿les suena familiar? Tal vez sea porque el filme fue co-escrito por Steven Spielberg, y marcó su primer éxito como productor.
The Thing (1982)
¿Qué nos viene a la mente al pensar en John Carpenter? Uno de los grandes autores, directores, escritores y compositores, sobre todo de los 80, como el mismo Guillermo del Toro lo ha expresado, a veces se toma por sentado la gran calidad que el cineasta posee. Carpenter nos ha entregado clásicos como Halloween, Assault on Precint 13, The Fog, They Live y nuestro ejemplo, The Thing. La cinta de 1982 protagonizada por Kurt Russell, nos coloca en la Antártida, en donde un grupo de investigadores se topa con un ente de otro mundo sediento de sangre que ataca a cada miembro. La fuerza alienígena también tiene el poder de tomar la forma de sus víctimas y parece haber permanecido enterrado por miles de años bajo la nieve. Claramente los hermanos Duffer sienten gran gusto por la película de ciencia ficción de Carpenter, ya que su póster es parte de la decoración de una de las paredes del sótano de la casa de Mike (Finn Wolfhard), y si se le pone atención al detalle, nos daremos cuenta que el maestro de ciencia de los chicos, se encuentra viendo la película con su novia un sábado por la noche.
Firestarter (1984)
El ejemplo de Firestarter es muy sencillo; la cinta –basada en una novela de Stephen King por supuesto- gira en torno a Charlie McGee (Drew Barrymore), una niña de apenas ocho años dotada de un poder sobrenatural adquirido a través de una serie de experimentos respaldados por el gobierno de Estados Unidos –y sus padres- con el fin de explotar el don como arma secreta. Si aún tienen dudas, recordemos que cuando la pequeña Charlie usa su poder, su nariz comienza a sangrar. Más claro ni el agua, ¿cierto?
Explorers (1985)
Ben Crandall (Ethan Hawke) es un niño obsesionado con películas de ciencia ficción y alienígenas. Junto a sus amigos Wolfgang Muller (River Phoenix) y Darren Woods (Jason Presson), utilizarán su ingenio para construir su propia nave espacial en su improvisado laboratorio. La aventura los llevará a emprender un viaje interplanetario inolvidable. La película dirigida por Jon Dante, similar a lo que sucede con Stranger Things, nos transporta a una época donde todo era diversión y descubrimiento, y estar con los amigos experimentando cosas y metiéndote en “problemas” hasta que la mamá nos gritaba ¡a la casa!
The Goonies (1985)
Si de poner como ejemplo una película sobre un grupo de amigos decididos a vivir una aventura para todos los tiempos, simplemente no existe uno mejor que la dirigida por Richard Donner, The Goonies. La cinta de 1985 sigue al escuadrón conformado por los hermanos Mikey (Sean Astin) y Brad (Josh Brolin), el parlanchín Mouth (Corey Feldman), el nerd Data (Ke Huy Quan) y el gracioso Chunk (Jeff Cohen), quienes a escondidas de sus respectivos padres emprenden una épica hazaña en busca de un tesoro pirata. ¿Cómo se relaciona con la serie? Tenemos al unido grupo de amigos en busca de algo que al nivel de cada quien, les significa la vida o la muerte (“Goonies never say die!”), la ayuda externa para lograrlo (Goonies-Sloth, Stranger-Eleven), la inteligente mejor amiga con lentes que es "usada" para dar paso al lío amoroso entre la amiga y el pretendiente, y el respaldo de alguien más; la historia fue desarrollada por Chris Columbus y Steven Spielberg, quien también sirvió como productor. A estas alturas tenemos clarísimo el patrón.
Standy By Me (1986)
La cinta dirigida por Rob Reiner es una fuente latente de inspiración para la serie de Netflix. El clásico de 1986, protagonizado por Will Wheaton, Corey Feldman, River Phoenix y Jerry O’Connell, se basa en la novela de Stephen King The Body. Su historia gira en torno a cuatro amigos que salen a la caza del cuerpo de un niño desaparecido en un pueblo de Oregon. El cuarto episodio de Stranger Things, hace eco de una de las escenas distintivas del filme, en la que se ve al grupo de amigos caminar por los rieles del tren adentrándose a su aventura. Pero no solamente eso, ambos proyectos representan una serie de sucesos que llevan a unos amigos a unir cabezas fortaleciendo lazos.
Otras películas con las que podemos relacionar a Stranger Things son: A Nightmare on Elm Street, Cujo (a uno de los guardias se le ve leyendo el libro), Evil Dead (el póster de la cinta adorna la pared del cuarto del hermano mayor de Will) y Halloween (Mike Myers escapa de una institución y le da caza a sus víctimas)
Si ya tuvieron oportunidad -o un fin de semana entero- para ver Stranger Things, sabrán perfecto del paralelismo del cual hablamos en la nota, y si no la han visto, ¿qué están esperando? La sensación que ha causado no es casualidad, ya que su producción si bien está inspirada en gran cantidad de películas clásicas de aventura, ciencia ficción y terror como las que hemos mencionado, se las maneja para cautivar por sí misma (si ves un capítulo querrás verlos todos), permaneciendo lejos de sentirse como una copia, rindiendo en lugar un grandioso homenaje a la época en su totalidad.