Como ya todos en CineCineCine saben, uno de mis pasatiempos QUE NO ES pasatiempo, es más, no es nada más que una forma irracional de perder el tiempo, es la tele (bendita tele que me idiotiza, me quita el tiempo y mata una a una mis pocas neuronas y mi capacidad de pensar) pero ni hablar que le voy a hacer, la tele me cautiva y me atrapa con historias superfluas banales y muy poco probables de hacerse realidad; me engancha y usa su fuerza de gravedad para atraerme a ella, me hace reír, rabiar y gozar con sus cuentos chinos, aunque reniegue de ella soy como Homero Jay y nunca podré enojarme con ella, por más daño que me haga (JAJA soy masoquista teleniana – ven me gusta inventar palabras ridículas – ).
Pero ustedes me dirán: “Yesica, si te gusta tanto tu dichosa tele, ¿Qué te aqueja el día de hoy?”. Muy simple y es que todas las navidades les da por repetir 50 veces 10 películas diferentes durante todo el condenado mes, todos los días, todos los fines de semana, cada precioso momento que estoy frente a este maravilloso invento están pasando la misma endemoniada película que ya vi 3 veces completa y 5 parcialmente en cachitos esa misma semana. Si ya se, nadie me manda a ver una película tantas veces, pero si no hay nada que sintonizar a las 12 de la noche, no es mi culpa, teóricamente no lo es.