A fines de febrero de 2020, a pocas semanas de que el mundo se viera golpeado por la pandemia de COVID-19, que impactó el mundo del cine con el cierre masivo de salas en todo el mundo, se estrenó la última película previo al cierre: el remake The Invisible Man de Leigh Whannell, Blumhouse Productions, y Universal Pictures.
Aun y con que su exhibición tradicional en pantalla grande se vio acortada, la nueva versión de El hombre invisible obtuvo un gran recibimiento en cines del mundo, recopilando $70.4 mdd en la box office doméstica, y $74 mdd en la internacional, para un total global de $144.4 mdd, convirtiéndose en otro gran acierto para Universal y Blumhouse, teniendo en cuenta la gran crítica obtenida, y que su presupuesto fue de apenas $7 mdd, la especialidad de Blumhouse.
La más reciente adaptación basada en la novela de H.G. Wells, escrita y dirigida por Whannell, se centra en Cecilia Kass (Elisabeth Moss), una mujer que escapa de su abusivo novio a mitad de la noche, el brillante pero violento científico Adrian Griffin (Oliver Jackson-Cohen). Más tarde, Cecilia recibe noticias sobre el suicidio de su ex novio, pero su sentido de la realidad se pone en tela de juicio cuando comienza a sospechar que su amante fallecido no está realmente muerto.
Este marcó el tercer largometraje como director para Whannell, luego de haber dirigido Insidious: Chapter 3 y Upgrade. El cineasta fue uno de los productores ejecutivos. Whannell es conocido por haber cocreado junto a James Wan las sagas de terror Saw e Insidious.
El gran éxito con la crítica y la taquilla, además de la conclusión del filme que parece sentar las bases para una secuela centrada en Invisible Woman, parecían asegurar un nuevo capítulo, aunque de momento… nada. En entrevista con THR, Jason Blum de Blumhouse aclara el por qué:
Blum: “Bueno, es una gran pregunta. (Risas.) Creo que principalmente me hacemos responsable, pero con suerte, si nuestros sueños se hacen realidad y nuestras dos compañías trabajan juntas, tal vez James me ayude a resolver ese problema.”
Wan: “Estaría más que feliz de hacerlo.”
El proyecto al que se refiere Blum, es a la fusión de su compañía Blumhouse, con Atomic Monster de James Wan, que daría paso a un dream team del terror. Blum y Wan comenzaron a hablar sobre la fusión de sus empresas en los últimos meses, incorporando a Creative Artists Agency de manera financiera, lo mismo que a Donna Langley y Jimmy Horowitz, ejecutivos de Universal Pictures. “Wan tendría una participación sustancial en la propiedad de Blumhouse. El Sr. Blum seguiría siendo dueño de la mayoría de la compañía, y NBCUniversal continuaría como un tercer accionista.”