Si has estado prestando atención en los últimos días, probablemente has escuchado de Verónica, una película española de terror que el gigante del streaming estrenó en su plataforma a finales de febrero. ¿Por qué se habla tanto de la cinta si la campaña de marketing fue casi nula? Porque el poder del “boca en boca” es fuerte y la audiencia quedó impactada al enterarse que el filme retrata acontecimientos verdaderos. En Cine3 te contamos todo sobre la historia real detrás de Verónica la sensación de terror de Netflix.
¿De qué va el argumento y qué tanto de lo que vemos en pantalla es verdadero?
Su director, Paco Plaza –muy conocido entre los fans del cine de terror por la entrega [REC] (2007) – ha hablado en entrevistas sobre las formas en las que mezcló la ficción con los hechos, y a diferencia de otras ocasiones en las que algún evento ha sido adaptado a la pantalla grande siendo sometido a algunos ajustes aquí y allá para impresionar más a la audiencia, Verónica parece ser lo opuesto, dado que la historia real parece ser más terrorífica que lo expuesto en metraje.
Muchas cintas de terror aseguran estar “inspiradas (o basadas) en una historia verdadera”, y llegan a basar su campaña de marketing acompañadas de dicha leyenda, pero, ¿cuántas veces no hemos llegado a casa luego de verla en cines sólo para quedar decepcionados de los pocos hechos reales que se ven en pantalla? Verónica también dramatizó ciertos eventos, pero también cuenta con algo que no muchas películas tienen: documentos oficiales de la policía que respaldan los acontecimientos sobrenaturales.
El argumento desarrollado en Madrid del ’91, sigue a Verónica (interpretada por Sandra Escacena) una adolescente encargada del cuidado de sus tres hermanos más pequeños, quien junto a dos compañeras de clase, decide realizar una sesión de Ouija en pleno eclipse solar, con el objetivo de contactar con el espíritu del ex de una de ellas. Accidentalmente molestan a otro espíritu, un ser demoníaco que empieza a acosar a Verónica sin cesar.
El filme recurre a trucos habituales en el cine de género, el tipo de trucos que parecen básicos y sencillos, pero que siempre son efectivos; desde el juego con las sombras en un televisor, al movimiento de objetos, y sucesos extraños de los que no sabemos si ocurren de verdad o son parte de la imaginación de nuestra protagonista.
LA NOTA PUEDE CONTENER SPOILERS DE AQUÍ EN ADELANTE
Al terminar el film, los créditos nos muestran documentos e imágenes de los eventos reales que tuvieron lugar en 1991 en Vallecas, al sur de Madrid. Al indagar un poco sobre el tema, descubrimos que los descritos como “acontecimientos inexplicables,” le sucedieron a una familia española. Todo empezó con la hija adolescente de la familia, Estefanía Gutiérrez Lázaro, tercera hija de seis, quien cayó enferma después de haber sostenido una sesión espiritista en el baño de su escuela. El reporte indica que la sesión ouija fue interrumpida por una profesora, quien además rompió la tabla. Según los testimonios, al ser sorprendidos, dejaron caer el vaso de la tabla, rompiéndose y liberando un humo extraño que Estefanía aspiró –tal y como se ve en la cinta de Plaza– a partir de ese momento, la chica sufrió convulsiones y alucinaciones durante meses antes de su fallecimiento en julio de 1991 de manera “súbita y muy sospechosa,” en palabras de sus médicos.
Los problemas de la familia Lázaro se intensificaron luego de la muerte de su hija y contaron con la visita de la policía, surgiendo de aquí el reporte documentado que vemos al final del film.
Te contamos de manera breve.
Tres oficiales de policía y el jefe inspector de la Policía Nacional (José Pedro Negri), acudieron al llamado de los Lázaro quienes aseguraban ser acechados por “una sombra negra y alta,” y declaran haber sido testigos de eventos perturbadores en el hogar de la familia. Entre las cosas: una puerta abrirse y cerrarse de repente de manera poco natural, la figura de Jesucristo separada de su crucifijo, voces susurrando, anomalías eléctricas, olores extraños, arañazos producidos “por algo así como tres garras,” puertas estrellarse, y de acuerdo a Concepción –madre de Estefanía– una fotografía de ella se quemó sin causa ni razón, entre otros eventos y fenómenos violentos que dejaron petrificados a los investigadores.
El reporte se caracteriza por ser el único en la historia de los archivos de la Policía Nacional en contener las palabras “fenómenos de imposible explicación.” Plaza llena los vacíos de lo que pudo o no, haber pasado en un periodo de tres días. Al caso se le denominó como “el caso Vallecas.”
Verónica tuvo su premiere en el Festival de Cine de Toronto de 2017 (TIFF 2017) donde fue aplaudida por los asistentes, y a partir de su lanzamiento en Netflix es que se ha dado a conocer a una audiencia mucho más amplia que no ha parado de hablar sobre ella.
Si quieres saber por qué, sólo tienes que verla en el servicio de streaming. ¿Te atreverás?